Labioplastia en Almería

Durante la primera visita, el cirujano plástico evaluará tu anatomía corporal, escuchará tus expectativas y te explicará en detalle todo lo relacionado con la labioplastia. Además, se realizarán las pruebas preoperatorias necesarias, con fotografías para evaluar los resultados de antes y después del tratamiento..

Cada persona es única, y la labioplastia se adapta a las necesidades y deseos de cada paciente. En la consulta, el cirujano trabajará contigo para determinar el mejor resultado posible que se ajuste tanto a tu anatomía como a tus expectativas.

La cirugía de labioplastia se realiza normalmente bajo anestesia local o sedación, y tiene una duración aproximada de entre 40 minutos y una hora, dependiendo de cada caso. El cirujano utilizará la técnica más adecuada para reducir o remodelar los labios menores o mayores, según las necesidades de la paciente.

La recuperación tras una labioplastia suele ser rápida, permitiendo a la mayoría de las pacientes retomar sus actividades cotidianas en pocos días. Los resultados son visibles casi de inmediato y continúan mejorando a medida que la inflamación disminuye.

La labioplastia no sólo mejora el aspecto estético de la zona íntima, sino que también puede aumentar la comodidad y confianza de las pacientes, ayudando a eliminar molestias durante actividades cotidianas como el ejercicio o el uso de ciertas prendas de ropa.

Este tratamiento es especialmente beneficioso para mujeres que experimentan incomodidades o inseguridades debido al tamaño o forma de sus labios, proporcionando resultados duraderos y una mejora en la calidad de vida.

En una labioplastia, las cicatrices son mínimas y están estratégicamente situadas para que sean casi imperceptibles con el tiempo. Dependiendo de la técnica utilizada y las características de la paciente, el cirujano puede realizar las incisiones en los pliegues naturales de los labios menores o mayores, lo que ayuda a que las cicatrices se disimulen de forma efectiva.

La Dra. Marta Zurita utiliza técnicas avanzadas que favorecen una cicatrización óptima y, en la mayoría de los casos, las cicatrices son prácticamente invisibles una vez que se ha completado el proceso de recuperación.

Además, cada paciente es única, y durante la consulta inicial se evaluará cuál es la técnica más adecuada para garantizar los mejores resultados estéticos y funcionales, adaptados a las necesidades y anatomía de cada mujer.