Cuando el paciente acude a consulta, realizamos una evaluación y tras analizar detenidamente su caso, optamos por la técnica que mejores resultados le vaya a ofrecer.
Es un
tratamiento progresivo, ya que según la edad, el estado y el resultado deseado por el paciente, empleamos uno o varios de estos métodos:
- Estado inicial: El músculo orbicular del ojo está sometiendo a la ceja a una tensión descendente cada vez que sonreímos, haciendo que vaya cayendo poco a poco; este es el primer paso siempre que pensamos en realizar un lifting de cejas. En casos iniciales con poner Botox en la zona de patas de gallo ya conseguimos el levantamiento de la ceja. Es un tratamiento super rápido, indoloro y que dura de 4-6 meses.
- Estado intermedio: Después de haber anulado la acción descendente del músculo orbicular si queremos elevar aún más la ceja colocamos unos hilos tensores que van debajo de la piel traccionado de ella para elevarla. Es un procedimiento sencillo con anestesia local para que no moleste nada y que tiene una duración de un año.
- Estado avanzado: Ocurre una reabsorción ósea del propio hueso que hay bajo la ceja y la pérdida de volumen de la región temporal (zona de las sienes); que es una grasa profunda que se va consumiendo inevitablemente, hasta provocar el hundimiento de la sien y la consecuente caída de la ceja. Cuando llegamos a este punto es necesario rellenar la zona temporal y devolver el soporte al arco de la ceja con ácido hialurónico. Cuando devolvemos la estructura a la ceja conseguimos elevarla aunque no pongamos hilos y es un tratamiento que dura alrededor de un año.